Esta es una banda peligrosa de verdad. Son cuatro hermanos
que se parecen muchísimo. Aunque basta con identificarlos para perderles casi
todo el miedo. Siempre pasa lo mismo. Si es que uno por uno son chavales
majetes. Pero cuando se juntan y confunden...
«Por qué» es el cabecilla, que va separado y lleva
tilde. Sirve para introducir preguntas. El caso es que juega bastante al
despiste. Porque no siempre va entre interrogantes. Y también puede pasar que
vaya otro porquero en una pregunta. Fijaos en la diferencia en las
dos cuestiones que concateno a continuación: «¿Por qué tengo que hacerlo?
¿Porque tú lo digas?».
Cuando indagamos la causa de algo con sus interrogaciones y
todo, el caso está bien claro: «¿Por qué has venido tan temprano?».
Pero podemos formular la pregunta de manera indirecta: «Me gustaría saber
por qué ha venido tan temprano». O incluso expresar la duda de manera más
sibilina: «Ignoro por qué ha venido tan temprano». En cualquier caso, «por qué» se distingue por la pronunciación de las formas sin tilde,
pues se pronuncia «porké» y no «pórke». Y el otro
porquero con tilde va de tranqui y se le
distingue a lo lejos, como veremos a continuación.
«Porqué» es un sustantivo. Un nombre que equivale
a «la razón», «la causa» o «el motivo». Podemos
decir: «no logro entender el porqué de sus actos». ¿A que este ya no
te da susto? La próxima semana hablaremos de los hermanitos que faltan...
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